Cuantas veces te
has sentido solo, desamparado, afligido porque tal parece no podrás salir del
problema en el que estas. Pruebas, son difíciles de superar, tal parece que
Dios nos abandonó o nos mira de lejos aun cuando nosotros no hemos merecido las
penas.
Cuando estos
momentos vengan a tu vida clama a Dios, aunque sientas que ya no tienes
fuerzas, aunque sientas que tu oración no es contestada, no dejes de clamar a
Dios.
Salmo 142
"Clamo al SEÑOR con mi voz; con mi voz suplico al SEÑOR.
Delante de El expongo mi queja; en su presencia manifiesto mi angustia.
Cuando mi espíritu desmayaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En la senda en que camino me han tendido una trampa.
Mira a la derecha, y ve, porque no hay quien me tome en cuenta; no hay refugio para mí; no hay quien cuide de mi alma.
A ti he clamado, SEÑOR; dije: Tú eres mi refugio, mi porción en la tierra de los vivientes.
Atiende a mi clamor, porque estoy muy abatido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.
Saca mi alma de la prisión, para que yo dé gracias a tu nombre; los justos me rodearán, porque tú me colmarás de bendiciones. "
Un salmo escrito por David, quien a pesar de las pruebas clamó al Señor y lo libro de todo mal, tu puedes hacerlo hoy tambien, clama a Dios y él te escuchara.
