Esa es la afirmación de muchos cuando sabemos que estamos haciendo algo que no esta bien, pero no es posible evitarlo, aparentemente. La experiencia me ha enseñado que cambiar ciertos hábitos es bastante difícil.
Hábitos existen de muchos tipos, desde la hora a la que acostumbras levantarte llegando hasta algunos hábitos como el tomar bebidas alcohólicas que podría llegar a convertirse en un vicio si no se tiene control sobre ello.
Cuando acabas de venir a los pies de Cristo o ya lo hiciste antes pero has fallado cayendo en el pecado y quieres dejar todo ello y poner tu mirada solamente en Dios las cosas se tornan difíciles. Es una batalla dentro de ti entre hacer lo que sabes que es correcto y lo que quieres hacer que sabes que es incorrecto.
Todos somos pecadores como dice Romanos 3:23 "por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios", esta en nuestra naturaleza hacer las cosas que no debemos, pero esto no significa que podamos cambiar, es cuestión de tomar la decisión de hacerlo y buscar de Dios pues por nuestros propios medios la batalla se torna difícil, pero con la ayuda de Dios que nos sostiene y ayuda tendremos las fuerzas necesarias para vencer aquello que se resiste a irse de nuestras vidas.
El secreto para vencer el pecado se encuentra en Romanos 8:05 "Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu."
Busca de Dios constantemente y veras como cambiaras aquello que se resiste en tu vida, aquello que llevas tiempo tratando de cambiar por tus medios pero que no has podido hacer.
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