Si leemos Jueces desde el capítulo 6 hasta el 8, podremos encontrar la historia de como Gedeón fue llamado por Jehová y como se convirtió en el héroe de su generación. El ángel de Dios se apareció en cierta ocasión a Gedeón y le dijo: "El Señor es contigo, poderoso guerrero", pero hasta ese momento Gedeón no había mostrado ninguna fortaleza, estaba muy temeroso escondiendo el trigo de los madianitas. Pero el Señor conocía su potencial y se dirigió a él con palabras de aliento.
Sin embargo su condición humana lo hizo caer en el pesimismo y poner muchas excusas antes de aceptar el llamado que Dios le había hecho, esa misma noche Gedeón tomo diez hombres, derribo el altar de Baal y levanto luego un altar a Dios como se lo había ordenado.
A veces usamos expresiones hacia Dios como:
- Si eres quien dices ser...
- Si yo soy quien tú dices que soy...
- Si sucede lo que dijiste que sucedería...
- Si debo creer...
Si lo has hecho pide ayuda a Dios que te ayude a no utilizar este tipo de afirmaciones, pues reflejan una desconfianza hacia lo que Dios nos esta diciendo.
Cuando Gedeón reunió al ejercito que iría contra los madianitas habían 32000 personas, y tras muchas pruebas de Dios quedaron únicamente 300 personas, el 1% del ejército inicial, sin embargo Gedeón creía en lo que Dios le había ordenado y sin dudar del plan de Dios salió victorioso en aquel día.
Cuando comenzamos a creer en lo que Dios tiene para nosotros, limpiando a fondo nuestra pizarra de todo pensamiento negativo del pasado, Dios nos pone en posición de experimentar una segunda oportunidad. Cuando la universidad de Alabama en Estados Unidos comenzó a buscar entrenador para su equipo, surgió el nombre de Gene Stallings. Algunos pensaban que era demasiado vieja para este trabajo y otros cuestionaban su trabajo anterior debido a sus derrotas, pero la universidad le dio una segunda oportunidad. Tres años después estaba ganando el torneo de fútbol americano de Estados Unidos sin haber perdido un solo partido.
De la misma manera nosotros podemos aprovechar las segundas oportunidades, y, porque esperamos hasta que es el día de nuestro cumpleaños, 1 de enero, el principio de un nuevo semestre, para proponernos nuevas metas; podemos todos los días tomar la decisión de ser mejores, de aprovechar las segundas oportunidades que se nos presentan, dejar las cosas viejas y seguir adelante.
Toda persona que está en Cristo es una creación nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha llegado. (2 Corintios 5:17)
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