Cierto día, caminaba por la playa una mujer que, agachándose, tomaba de la arena una estrella de mar y la tiraba al mar. Intrigado, un hombre que pasaba por alli pregunto por lo que hacia. Estoy lanzando estas estrellas marinas nuevamente al océano, contesto la mujer. Como ves, la marea es baja y han quedado en la orilla. Si no las arrojo al mar morirán.
Entiendo, le dijo aquel hombre, pero debe haber miles de estrellas de mar sobre la playa. No puedes lanzarlas a todas. Son demasiadas. Y quizás no te des cuenta de que esto sucede probablemente en cientos de playas a lo largo de la costa. ¡No tiene sentido tu esfuerzo! La mujer sonrió, se inclinó y tomó una estrella marina y mientras la lanzaba de vuelta al mar me respondió: ¡Para esta si lo tuvo!
Hay cosas que parecen no tener sentido en algunas ocasiones, cosas que parecen ser muy pequeñas para realizar un gran cambio, pequeñas cosas en nuestras actitudes, en nuestra forma de pensar nos pueden llevar a cosas realmente grandes, es como si quisieras reunir cierta cantidad de dinero centavo a centavo, pero recuerda que por un centavo menos es posible dejar de comprar algo que deseas. Un solo centavo podría hacer la diferencia.
En la biblia encontramos un ejemplo de esto cuando vemos a David al enfrentarse a Goliat, un pequeño cambio en su actitud hizo que lograra vencer al gigante filisteo y darle la victoria al pueblo de Israel.
"Cuatro cosas son de las mas pequeñas de la tierra, Y las mismas son más sabias que los sabios: Las hormigas, pueblo no fuerte, Y en el verano preparan su comida; Los conejos, pueblo nada esforzado, Y ponen su casa en la piedra; Las langostas, que no tienen rey, Y salen todas por cuadrillas; La araña que atrapas con la mano, y está en palacios de rey" Proverbios 30:24-28
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