Todo lo que forma parte de este mundo necesita en algún momento ser renovado. Podríamos tomar el ejemplo de un árbol, como el cedro, que aún siendo un árbol grande y fuerte necesita del agua de la lluvia y de los minerales que se encuentran en el suelo para renovar su corteza e ir creciendo, de lo contrario su vida se ira desvaneciendo poco a poco.
Las personas no estamos libres de este proceso, y físicamente nos renovamos a través de los alimentos, agua y descanso. Pero de la misma manera necesitamos también renovar nuestra alma, todo lo creado es renovado en este mundo y como creación de Dios también necesitamos esa renovación, pero esta renovación solo puede venir de la mano de nuestro creador, de nuestro Padre Celestial.
Si nuestras vidas no son renovadas constantemente estaremos débiles para afrontar los problemas, tentaciones, y demás aflicciones de este mundo. Seria como un árbol que no ha recibido suficientes minerales y estará débil cuando la tormenta venga, por el contrario, si constantemente soy renovado por Dios vendré a ser como un árbol de cedro grande y fuerte que podrá seguir parado a pesar de las tormentas que vengan.
La palabra de Dios dice que los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas. Espera en el Señor, y tendrás nuevas fuerzas para afrontar las luchas que día a día vienen a nuestras vidas, con un animo renovado. Hoy tienes la oportunidad de buscar a Dios y pedir que renueve tus fuerzas, porque eres creación de Dios y toda la creación necesita ser renovada.
"Él da fortaleza al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán." Isaías 40:29-31
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